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FORTIFICACIONES BAJOMEDIEVALES DE LA CONOCIDA COMO BANDA GALLEGA (I)

Conoce Huelva,   -   5 Agosto, 2021

Corría el siglo XIII, un periodo histórico en España marcado por las continuas confrontaciones entre cristianos y musulmanes dentro de lo que se dio en llamar la Reconquista. En ese tiempo sucede uno de los acontecimientos históricos que marcaría el devenir de los siguientes siglos, la batalla de las Navas de Tolosa (16 de julio de 1212). La derrota musulmana allanó el camino de los ejércitos cristianos hacia el sur y se produjeron las anexiones de zonas tan importantes como el valle del Guadalquivir, a manos de Fernando III el santo, y Mallorca, Valencia y Murcia, gracias a Jaime I el conquistador y su yerno Alfonso X el sabio.

Aracena, donde hoy en día podemos disfrutar de hotel de cuatro estrellas con encanto como punto de partida para recorrer el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, pasó a formar parte por aquel entonces de la Corona de Castilla, tras haber sido antes de Portugal. Se construyó entonces un castillo en lo alto del cerro para, formando parte de la conocida como Banda Gallega, servir de protección al Reino de Sevilla de los ataques de las tropas portuguesas y de las Órdenes Militares (templarias y santiaguistas) asentadas en el sur de Extremadura. Una zona fronteriza compuesta por tres líneas de defensa: Aroche-Encinasola-Fregenal de la Sierra; Cumbres de San Bartolomé-Cortegana-Cumbres Mayores; y Aracena-Cala y Santa Olalla del Cala.

Viajemos esta semana a aquellos días de la Edad Media y adentrémonos desde Aracena, lugar ideal para disfrutar de un alojamiento rural de calidad en Huelva y quizás el mayor impulsor y líder del proyecto Fortours, en un interesante patrimonio ligado a las fortificaciones defensivas bajomedievales existentes en la actual frontera entre España y Portugal.

Para ello se han conformado dos rutas. Una primera, la del norte, que engloba 16 castillos de la provincia de Huelva y de la zona del Alentejo y que recibe el nombre de Fortificaciones Bajomedievales de la Banda Gallega; y otra, en el sur, que está integrada por el mismo número de castillos, aunque en este caso en el Algarve y el Bajo Alentejo portugués y que se ha denominado Fortificaciones Señoriales de la Tierra Llana.

Establecido nuestro centro de operaciones en Aracena, donde además de disfrutar de un hotel para toda la familia con spa podemos sumergirnos en las profundidades de la tierra en la sorprendente Gruta de las Maravillas, en los secretos del ‘delicioso’ cerdo ibérico en el Museo del Jamón y en las calles de un casco urbano declarado Bien de Interés Cultural, nos adentraremos en el itinerario de las Fortificaciones Bajomedievales de la Banda Gallega, centrándonos en las que se encuentran en la provincia de Huelva.

La iniciativa de la conquista inicial de este territorio correspondió a Portugal que, apoyada por las mesnadas de la orden militar de San Juan del Hospital provenientes de la Encomienda de Moura, conquistó Torres, Aroche y Aracena. No sería hasta la firma del Tratado de Alcañices en 1927 cuando pasarían a formar parte de Castilla. La conquista conllevó una repoblación con personas llegadas del norte (a quienes se denominaba de manera genérica gallegos, de ahí en nombre de Banda Gallega) y la construcción de algunos castillos que permitieron que las poblaciones, muy dispersas y ruralizadas con anterioridad, se agruparán en torno a ellos.

Así podemos iniciar nuestro viaje visitando la fortaleza de Aracena, que consta de alcazaba, con torre del Homenaje, dos aljibes y murallas flanqueadas por siete torres, de planta cuadrada o rectangular, a las que se accede desde el paseo de ronda o adarve. Se considera que su origen es cristiano, aunque parece probado, por los restos arqueológicos encontrados en la zona, que se edificó sobre una antigua alcazaba musulmana del siglo X, en tiempos del califato de Córdoba. Se levanta sobre una superficie de 4.800 metros cuadrados y está construida en mampostería. Para garantizar el suministro de agua en caso de asedio, contaba con dos aljibes, uno en el patio de armas y otro en el alcázar.

Este último ocupaba la zona oriental del recinto, la cota más alta del cerro sobre el que se asienta, y podría considerarse como una pequeña fortaleza dentro del propio castillo. La Torre Mayor, de planta cuadrada y que albergaba diferentes estancias en su interior, se ubica en la zona más elevada del cerro, dado que era el último reducto de defensa, pudiendo resistir al enemigo una vez capturada la fortaleza. Y junto al castillo, podemos visitar la iglesia mudéjar que mandó construir la Orden del Temple y que cuenta, a la izquierda de la cabecera, con una torre que imita la decoración de la Giralda de Sevilla.

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