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LA PRIMAVERA TAMBIÉN ES TIEMPO DE SETAS EN LA SIERRA DE ARACENA

Qué hacer en Huelva,   -   12 Mayo, 2022

Cuando pensamos en setas, nuestra mente se traslada al otoño, a esos días de octubre y noviembre donde las lluvias hacen renacer este sabroso manjar de la tierra. Sin embargo, en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en las estribaciones más occidentales de Sierra Morena, en el norte de la provincia de Huelva, la primavera es también un momento mágico y especial para los amantes de la micología. Y es que estamos hablado de una zona catalogada como el entorno micológico más rico en especies de Europa y donde podemos alojarnos junto con toda la familia en un hotel de cuatro estrellas en Aracena, capital de la comarca.

El Parque Natural, que recibió este distintivo en 1989, forma parte de la Reserva de la Biosfera Dehesas de Sierra Morena, junto con el Parque Natural de la Sierra Norte de Sevilla y el Parque Natural de la Sierra de Hornachuelos en Córdoba, y está adherida a la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS). Además, es Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).

Su extensa masa forestal y su alta pluviosidad la convierten en un paraíso único para el turismo micológico. Un espacio en el que, además de disfrutar de los ricos sabores de sus setas y de nuestra estancia en un hotel con encanto en Aracena, podemos practicar senderismo o hacer alguna ruta en bicicleta o a caballo por algunos de sus múltiples senderos bien señalizados. Y, con un poco de suerte, tropezarnos con algún ejemplar de su rica fauna, entre las que destacan aves como los buitres negro y leonado o las águilas reales, perdiceras, culebreras y calzadas o mamíferos como el zorro, el jabalí, el ciervo (famosa es su época de berrea), la gineta o el gato montés.

Equipados con nuestra cesta para setas y después de haber disfrutado de nuestro alojamiento de cuatro estrellas con spa en Aracena llega el momento de salir en busca de setas. Durante la primavera, en las amplias dehesas salpicadas de encinas, castaños y alcornoques que conforman el Parque Natural y donde habita el que quizás sea el gran rey de la gastronomía de la zonas, el cerdo ibérico, podemos encontrar ejemplares de diferentes especies.

Algunas de ellas tan valoradas por los amantes de la micología como el exquisito gurumelo (amanita ponderosa), una seta muy buscada y cotizada pero que debemos conocer a la perfección una vez que comparte hábitat y es muy parecida a la muy venenosa amanita verda; las conocidas como cagarrias (morchella elatoides, morchella cónica y la muy preciada Morchela esculenta) las criadillas (terfecia arenaria); la tana o tentullo (amanita caesarea); o el boletus reticulado (boletu aestivalis).

Estar alojados en un hotel con el encanto de un convento del siglo XVII en Aracena nos permitirá, además, conocer todos los encantos de esta bella localidad, cuyo casco urbano está catalogado como Bien de Interés Cultural. Un lugar que no podemos perdernos, sobre todo su viajamos con menores, es la Gruta de las Maravillas, considerada primera cueva turística de España.

Un recorrido subterráneo que nos sorprenderá al contemplar las bellezas naturales que el agua ha ido esculpiendo sobre la roca a lo largo de miles de años. Este espacio muestra al visitante un excepcional conjunto de galerías, salones, lagos y cursos subterráneos adornados por estalactitas, estalagmitas, columnas, gours, coladas, pisolitos, cortinas… en espacios de nombres tan sugerentes como la Sala de los Brillantes, la Cristalería de Dios, la Marmita de los Gigantes o la Sala de los Desnudos.

También merece la pena subir a lo alto del cerro que domina Aracena para visitar el castillo y la iglesia prioral, construcciones que podemos contemplar a lo lejos desde nuestro alojamiento rural en la sierra de Huelva. El castillo es de origen cristiano, aunque los restos arqueológicos encontrados parecen indicar que se levantó sobre una antigua alcazaba musulmana del siglo X, y sirvió a los monarcas de Castilla para defender el Reino de Sevilla de los ataques de las tropas de Portugal y de las Órdenes Militares asentadas en el sur de Extremadura. La fortaleza estaba defendida por murallas flanqueadas por siete torres, de planta cuadrada o rectangular, y constaba de patio de armas y alcázar, separados por un muro donde se alza la Torre Mayor. Para garantizar el suministro de agua en caso de asedio, tenía dos aljibes. Disponía también de almacenes y viviendas.

La iglesia prioral, por su parte, está declarada Bien de Interés Cultural el 25 de julio de 1995, siendo el templo religioso más antiguo y emblemático de Aracena. Consta de tres naves de igual altura, cubiertas con bóvedas de crucería, coro y atrio. El presbiterio está adosado a la torre que, con una decoración con paños de sebka que sigue el modelo de la Giralda de Sevilla, aunque con mayor tosquedad y pobreza, forma parte de la nave del Evangelio.

Una apuesta por la cultura nos llevará a recorrer las calles de esta localidad serrana para contemplar el Museo de Arte Contemporáneo al Aire Libre, único de estas características en Andalucía. Son alrededor de 50 esculturas con una gran variedad de artistas de primer nivel que manejan distintos procesos y formas sobre diferentes materiales, el museo acoge piezas hechas en piedra, aluminio, bronce, cerámica… Y, finalmente, el Museo del Jamón, un espacio lúdico-didáctico que nos acercará a los secretos mejor guardados de uno de los productos estrella de la gastronomía española, el cerdo ibérico, manjares que en la Sierra de Aracena adquiere un protagonismo especial con los jamones ibéricos que nacen de la D.O.P. Jabugo.

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