El Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche es un amplio espacio en el norte de la provincia de Huelva en el que la naturaleza adquiere un deslumbrante esplendor. Con la llegada del recién estrenado otoño las amplias dehesas y los bosques de ribera se visten de colores ocres, amarillos, rojos… y el suelo se cubre con una alfombra de hojas secas. Es época de nueces y castañas y de frutos como higos, membrillos, peras, manzanas… y el momento en que los días empiezan a ser más cortos (hay menos horas de sol) y el frío y la humedad empiezan a desplazar a los calores del verano.

Es éste un momento ideal para acercarse a conocer un lugar batido por los vientos húmedos del Mediterráneo que alberga a pueblos de blancas casas encaladas y calles empedradas y que cuenta con una flora y una fauna que cobijan encinas, alcornoques, castaños.., un sotobosque formado por madroños, lavanda, lentisco, majuelos, jara y enebro. Y entre sus especies animales destacan el buitre negro, el águila real, el halcón peregrino, la gineta, el ciervo, el jabalí, el sapillo pintojo, la nutria, el barbo cabecicorto, la boga de río…

La propuesta para estos días es un buen alojamiento en la localidad de Aracena, capital de la comarca, y un paseo por una ruta botánica en la vecina Santa Ana la Real. Como alojamiento nada mejor que un hotel de cuatro estrellas que, ubicado entre las cuatro paredes de un antiguo convento dominico del siglo XVII, guarda todo el encanto de aquellos tiempos pero con las comodidades y servicios que espera el más exigente de los viajeros del siglo XXI. Además, en estos momentos en los que la pandemia Covid-19 se ha colocado en nuestras vidas, el huésped podrá sentirse seguro pues la dirección del hotel ha establecido unos exigentes criterios sanitarios y de higiene.

El Hotel Convento Aracena & Spa se halla en pleno casco histórico de la localidad, a los pies del castillo y de la iglesia prioral. Cuenta con confortables y espaciosas habitaciones; un claustro y unos jardines que rezuman paz y armonía; un coqueto spa en el que relajar cuerpo y mente; una piscina exterior en cuyo borde poder tomar una copa; y una oferta gastronómica, plasmada en su restaurante Huerto Nun, que aúna tradición y modernidad.

Muy cerca de Aracena está Santa Ana la Real, pueblo elegido para esta ruta botánica que, a paso tranquilo, no nos llevará más de una hora y media y en la que podremos descubrir más de 60 especies diferentes de plantas.

Nuestro primer destino es Los Veneros. Por el camino se puede disfrutar a la derecha de amplias vistas hacia el oeste y a nuestra izquierda del cerro Castillejo de las Cornicabras, que en tiempos sirvió de cantera para la extracción de roca caliza destinada a hacer cal. Descubriremos aquí, ya que se encuentran etiquetadas, especies como lentisco, coscoja, espino negro, jara blanca, orégano, aladierno, doradilla vellosa, torvisco…

El sendero nos lleva hasta una curva pronunciada a la derecha donde empezamos a notar un cambio en la vegetación, ya que nos adentramos en un extremo de la Sierra de las Cumbres. Llegaremos hasta la Cruz del Vigía y desde allí en dirección al Castillejo. Esta zona está dominada por jaras pringosas, diversas especies de brezos y aulagas o tojos. Entre las plantas etiquetadas hallaremos jaguarzo morisco, carquesa, madroño, brezo rosa, jaguarzo negro, alcayuela, brecina, cantueso…

Descendemos a continuación junto a un castañar y tras girar a derecha e izquierda y dejando el Castillejo a nuestra izquierda, descenderemos hasta La Presa. Entre las especies etiquetadas que veremos hay calamento, sanguisorba, madreselva, brezo blanco, labiérnago, cornicabra, mirto, marrubio… Desembocamos en el camino empedrado Santa Ana-Alájar y nuestros pasos irán en paralelo al barranco, por un tramo umbrío y húmedo en el que destacan doradillas, hiedra, culantrillo negro, saúco, toronjil, mentastro, vinca pervinca, culantrillo bastardo, rusco…

A unos 400 metros antes de llegar a la fuente Cagancha y tras haber recorrido una zona con alcornoques a ambos lados, tomamos un pequeño sendero a la izquierda en dirección al barranco hasta alcanzar el camino de las Callejas, que tomaremos a la izquierda en dirección a Santa Ana. Aquí podremos observar piruétano, retama loca, lirio hediondo, carrizo llorón o fresno.

Para aprovechar el tiempo que pasemos en este bello rincón de Andalucía, ya de vuelta en Aracena podemos aprovechar para visitar la sorprendente Gruta de las Maravillas, que se nos haga la boca agua en el Museo del Jamón o adentrarnos en el mundo del arte admirando las obras del Museo de Arte Contemporáneo de Andalucía, el único de la región que se encuentra al aire libre. Pasear por el casco histórico de la localidad también es una experiencia única, respirando tranquilidad y sintiendo la amabilidad y buena acogida de los aracenenses.