Las primeras noticias de Santa Ana la Real se remontan a mediados del siglo XVI, momento en que se produjo un aumento demográfico en la zona que llevó a ocupar estas tierras con el objetivo de aprovechar los recursos naturales que ofrecía. Sin embargo, las primeras señales de presencia humana en este entorno datan de manera aproximada del 3000 a.c. y son unos grabados rupestres hallados en la finca de Los Azulejos, dentro del espacio que debió ocupar una necrópolis dolménica.

La historia de este municipio está íntimamente ligada a la de Almonaster la Real, lugar donde se encuentra la mezquita rural mejor conservada de España, a la que perteneció hasta 1751, momento en el que el rey Fernando VI le concede la declaración de villa. Nuestro campamento base, desde el que conoceremos todo lo que encierra este pueblo, será un hotel de cuatro estrellas en Aracena, capital de la comarca.

En la actualidad, el lugar no cuenta con más de 500 vecinos, lo que lo convierte en un remanso de paz y tranquilidad para nuestro estrés del día a día en medio de un enclave natural de extraordinaria belleza, el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Un espacio diseñado por bosques de ribera y amplias dehesas salpicadas de encinas, alcornoques y castaños y lugar de residencia de uno de los grandes protagonistas de la zona y parte fundamental de su gastronomía, el cerdo ibérico, alcanzando su máxima expresión en la D.O.P. Jabugo.

Y hablando de este animal doméstico, y ya que estamos alojados en un hotel con encanto en Aracena, no podemos dejar escapar la oportunidad de acercarnos a descubrir el Museo del Jamón, un centro de interpretación concebido para proporcionar información y difundir de manera didáctica toda una cultura milenaria y serrana que se transmite de padres a hijos.

El primer espacio que visitaremos en Santa Ana la Real, a muy pocos minutos en coche desde nuestro hotel con spa en Aracena, es su edificio más emblemático, la iglesia de Nuestra Señora de Santa Ana. Situado en pleno centro urbano, esta construcción religiosa de estilo neoclásico terminó de construirse a finales del siglo XVIII.

Consta de una gran nave central con cubierta a dos aguas y una torre de dos cuerpos rematada con un pináculo decorado con cerámica vidriada y con reloj, en una de sus caras, fabricado en 1865. En el interior destaca la pila bautismal, de 1601, y las pinturas murales del crucero y el presbiterio. El altar mayor está presidido por una estatua elaborada en madera policromada de Santa Ana.

También de carácter religioso es la ermita de San Bartolomé, construida a principios del pasado siglo y costeada por un médico gaditano como agradecimiento a la hospitalidad de los vecinos de Santa Ana la Real durante el tiempo que estuvo allí hospedado curándose de una enfermedad y a la ayuda del santo apóstol. La talla de madera policromada de San Bartolomé goza de una gran devoción en el lugar.

La Cruz del Vigía, situada a las afueras del pueblo en la parte más alta del camino de Los Veneros, es un túmulo hexagonal coronado por una cruz de hierro sobre una base de tres peldaños que se ha convertido en un excelente mirador desde el que contemplar el bello paisaje de la Sierra de Aracena, localidad en la que está nuestro hotel de cuatro estrellas con spa en Huelva.

Dejando atrás las últimas casas de la localidad en dirección a la campiña y a la sombra de un hermoso nogal se encuentra la Fuente de los Tres Caños. Un abrevadero para el ganado la conecta con los lavaderos comunales, que los vecinos utilizaron de manera habitual hasta bien entrado el siglo XX. En la actualidad su agua se usa para el riego de las huertas que lo rodean. Nuestra mirada se dirigirá ahora hacia el suelo, donde descubriremos los tradicionales empedrados. Bebiendo de la tradición romana y helenística, esa forma de decorar las calles con pavimentos de piedra en colores oscuros y claros ha perdurado en el tiempo, convirtiéndose en una parte importante del patrimonio serrano.

Si el tiempo nos lo permite, y ya que hemos elegido como campamento base un alojamiento rural de lujo en el centro de Aracena, podemos aprovechar para conocer un espacio con el encanto natural de la que fuera la primera cueva turística de España, la Gruta de las Maravillas. Un mundo subterráneo lleno de magia que el agua ha ido labrando sobre la piedra bajo el cerro que domina Aracena a lo largo de miles de años creando formas de una extraordinaria belleza y que hará las delicias de mayores y pequeños.

También merecen una visita el castillo, levantado por los reyes castellanos en la Edad Media para defender el Reino de Sevilla de los ataques de las tropas de Portugal y de las Órdenes Militares asentadas en el sur de Extremadura, y la iglesia prioral, declarada Bien de Interés Cultural que cuenta con una torre que en su decoración de paños de sebka sigue el modelo de la Giralda de Sevilla, aunque con mayor tosquedad y modestia. Finalmente contamos con el Museo de Arte Contemporáneo al Aire Libre, que reúne en distintos espacios de la localidad más de 50 esculturas elaboradas en diferentes materiales.