Dicen quienes lo han escuchado, que el sonido es sobrecogedor. El de los bramidos que recorren toda la Sierra de Aracena en un grito de supervivencia y el del entrechocar de cornamentas que anuncian la lucha por el apareamiento con las hembras y, por tanto, por la creación de una estirpe propia. Es otoño, época en que los ciervos se desafían entre ellos a la conquista del lugar predominante en la manada. Ese lugar al que solo llegan los más poderosos. Es tiempo de berrea, un espectáculo que al amanecer o cuando las sombras empiezan a anunciar la noche se convierte en un reclamo único para los amantes de la naturaleza.

Aracena, donde encontraremos un hotel de cuatro estrellas con encanto, es la capital de la comarca y será, también en esta ocasión, nuestro campamento base. Desde aquí podemos adentrarnos en el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche en busca de esos momentos tan especiales que nos trae el otoño. Es tiempo de setas y de castañas. Pero también de disfrutar, cuando las lluvias han empapado el suelo de la dehesa, de ese espectacular animal que es el ciervo ibérico, quizás una de las especies más emblemáticas de la Península Ibérica.

El macho suele vivir apartado y una vez al año acude en busca de las hembras en celo para aparearse. En su coreografía de cortejo brama con un sonido ronco y muy llamativo que llena los atardeceres y amaneceres de la Sierra de Aracena con el objetivo de atraer la atención de las hembras y de desafiar a sus rivales, con algunos de los cuales habrá de enfrentarse en una sonora lucha de cornamentas por convertirse en el preferido de ellas y en aquel que logre extender su sangre una generación más en el objetivo común de perpetuar la especie.

Estas luchas vienen a demostrar a las hembras, meras espectadoras en este ritual, que el vencedor posee una buena genética y una salud vigorosa, características que transmitirá a sus crías. Es necesario recordar que solo los ciervos macho presentan cornamentas y que no son perennes. Suelen perderlas al llegar el invierno, en un proceso que se conoce con el nombre de desmogue. Luego, las vuelven a recuperar allá por el mes de julio, cuando aún están recubiertas de un pelo fino que se desprenderá durante el mes de agosto, momento en que la estarán preparadas para su uso como defensas durante la berrea.

Aprovechando estos días de ocio y descanso en la sierra norte de la provincia de Huelva alojados en un hotel rural con spa en Aracena podemos hacer alguna ruta a pie, en bicicleta o a caballo por la sierra y disfrutar de los maravillosos colores que en la dehesa onubense deja la época del otoño. O podemos darnos una vuelta por alguno de los bonitos pueblos de casas encaladas y calles empedradas que salpican este espacio natural donde nace y se cría uno de los animales emblemáticos de la zona, el cerdo ibérico.

Podemos acercarnos a conocer el castillo-mezquita de Almonaster la Real, quizás el tempo musulmán de carácter rural mejor conservado de España; o Fuenteheridos y su fuente de los doce caños, nacimiento del río Múrtigas, que después de recorrer 80 kilómetros termina desembocando en el Atlántico a través de Portugal; o Aroche y el rico patrimonio arqueológico que es la antigua ciudad romana de Arucci Turobriga; o Cortegana y su castillo y su iglesia del Divino Salvador, catalogados Bienes de Interés Cultural; o Zufre, conocida como el Balcón de la Sierra; o, entre otros muchos lugares, Alájar y el monumento natural de la Peña de Arias Montano, lugar donde se encuentra la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, uno de los centros de peregrinación más importantes de Andalucía.

Y si no queremos movernos de Aracena y de las cercanías de nuestro hotel de cuatro estrellas con el encanto de un convento de siglo XVII, podemos subir a lo alto del cerro que domina la población para conocer el castillo, uno de los baluartes de protección en la Edad Media del Reino de Sevilla de los ataques de las tropas de Portugal y de las Órdenes Militares asentadas en el sur de Extremadura; o la iglesia prioral del Nuestra Señora del Mayor Dolor, su templo más antiguo y emblemático. O introducirnos en las profundidades de ese mismo cerro para descubrir el sorprendente mundo que nos ofrece la Gruta de las Maravillas, un auténtico ‘Viaje al Centro de la Tierra’. También pueden resultar interesantes el Museo del Jamón o en Museo de Andalucía de Arte Contemporáneo, cuyas obras se disfrutan al aire libre.