Aracenahistoria

UN LARGO PASEO EN FAMILIA POR LA HISTORIA EN LA SIERRA DE ARACENA

Qué hacer en Huelva,   -   22 Abril, 2021

Aracena y su entorno. Pueblos de casas blancas y calles empedradas. Amplias dehesas salpicadas de encinas, alcornoques y castaños, y bosques de ribera, silueta que nos ofrece el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Un impresionante patrimonio histórico-artístico plagado de castillos, iglesias, mezquitas, edificios civiles... Una gastronomía rica y variada en la que la gran estrella es el cerdo ibérico. Un espacio para el ocio y el deporte en familia con sus numerosos senderos para ser recorridos a pie o en bicicleta. Un lugar que alberga cosas tan sorprendentes como la Gruta de las Maravillas o la Peña de Arias Montano. Y donde podremos disfrutar de algún hotel rural con encanto. Es hora de vestirnos a lo Indiana Jones (el látigo no nos hará falta) y descubrir antiguas civilizaciones.

El paseo por la historia desde nuestro establecimiento hotelero de calidad nos llevará en primer lugar a la Prehistoria en la localidad de Rosal de la Frontera. De la Edad del Cobre encontramos, en lo alto de una pequeña loma, el monumento megalítico de la Pasada del Abad, conformado por seis ortostatos que, según las investigaciones, habrían formado parte de la cámara de un antiguo sepulcro. A poca distancia, damos un salto a la II Edad del Hierro con la visita al conocido como Cerro del Castillo. El lugar está considerado como un poblado prerromano o como un castro que habría formado parte del asentamiento de la Baeturia Céltica. Volvemos a la Edad Cobre y principios de la Edad del Bronce para contemplar lo que fue un antiguo poblado en el llamado Cerro de las Abejas. También merece una visita el asentamiento arqueológico de Cortelana, atribuido al pueblo íbero, y que cuenta con ciudadela, espacios domésticos y necrópolis.

El conjunto arqueológico de El Castañuelo, en la población del mismo nombre, nos abre las puertas del mundo celta y nos muestra vestigios de una necrópolis y un poblado datados en torno al II milenio a.C., en su estrato más meridional, y al siglo V a.C. en los excavados más recientemente. Perteneció a las tribus celtas cercanas a los Lusitanos, pueblo que habitó la Península Ibérica durante varios siglos antes de ser derrotados por los romanos.

De la época del Imperio Romano con una visita al enclave arqueológico de Turóbriga, una ciudad hispanorromana que en aquellos tiempos tuvo la función de servir para el control generalizado sobre la Baeturia Céltica, poblada por turdetanos y ‘baetúricos’ que, según las crónicas de Tito Livio, opusieron gran resistencia a la ocupación romana. Su momento de mayor esplendor se produjo durante los gobiernos de Trajano y Adriano y su declive sucedería a mediados del siglo III d.C., en época de Los Severos. La visita nos permite ver que contó con una muralla, con una función más como símbolo de prestigio que defensiva para separar la ciudad del campo, con dos puertas de acceso, una en el sur, cerca del foro, y otra junto al campus, en la parte norte. En el interior de la zona que en su día estuvo amurallada pueden verse vestigios de casas señoriales, y en el exterior el Campo de Marte y restos de la antigua necrópolis.

La etapa de dominación musulmana de la Península cuenta con bastantes vestigios en esta zona de la provincia de Huelva. La fortaleza de Zufre, de la que se conservan algunos elementos como la Torre de la Harina, restos de la torre albarrana de los siglos XII y XIII. También son de origen árabe, el castillo de Aroche, construcción almohade de finales del siglo XI, y el de Cala, en el que la tradición cuenta que existe un tesoro escondido. Aunque quizás el edifico más representativo de esta época sea la mezquita de Almonaster la Real, la mezquita califal de carácter rural mejor conservada de la Península Ibérica.

El viaje a la Edad Media empieza en Aracena, donde podemos reservar nuestro hotel rural en Huelva, que cuenta con un castillo, levantado sobre una antigua alcazaba musulmana, que formó parte de la conocida como Banda Gallega, conjunto de fortificaciones para defender al Reino de Sevilla de las incursiones del Portugal y de las Órdenes Militares establecidas en el sur de Extremadura. También resulta muy interesante su iglesia prioral, cuya construcción debió correr en paralelo a la del castillo. De esta época son también las fortalezas de Cumbres de San Bartolomé, de la que solo se conservan algunas ruinas parcialmente restauradas; la de Cumbres Mayores, conocida como castillo de Sancho El Bravo.

Uno de los que presenta mejor estado de conservación es el de Cortegana. Consta de dos sectores, el muralla defensiva o barbacana y el castillo propiamente dicho, con patio de armas y alcázar y flanqueado por seis torres. También cuentan con castillo Almonaster la real, en cuyo interior está la mezquita; y el de Santa Olalla del Cala, formado por murallas con almenas encapuchadas y flanqueado por diez torres semicirculares y seis rectangulares. Ya en el sur de Extremadura están el castillo de Fregenal de la Sierra y el Monasterio de Tentudia.

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