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UN LARGO PASEO POR EL SENDERO HORNOS DE CAL DE SANTA ANA LA REAL

Senderismo en Aracena,   -   8 Marzo, 2023

Uno de los elementos que caracteriza a los pueblos que forman parte del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, donde contamos con alojamientos rurales en Aracena, son esas casas con las paredes pintadas de blanco que delimitan el trazado de sus calles empedradas. Hoy ese recubrimiento es pintura, pero hace tiempo ese blanco que cubría las paredes de piedra y que refulgía con la ayuda de los rayos del sol se conseguía con una mezcla de piedra caliza quemada y agua, dando lugar a la cal. Un compuesto que, además, servía como método antiséptico, que permitía que las viviendas fueran algo más calientes en invierno y fresquitas en verano, que gracias a su capacidad de transpiración evitaba las humedades, de una gran dureza y durabilidad y con el poder de liberar el ambiente de radiaciones al actuar como ionizador.

No es de extrañar entonces que la presencia de hornos para su fabricación fuese común en la Sierra de Aracena. Y que el oficio de calero, ahora ya extinto, tuviera bastante arraigo en la comarca. Unos hornos de los que aún quedan importantes vestigios (dejaron de utilizarse a finales de los años 60 del siglo pasado) y que nos van a permitir, desde nuestro hotel de cuatro estrellas en el centro de Aracena, hacer una ruta por los alrededores de la vecina localidad de Santa Ana la Real, ubicada en un pequeño valle que delimitan el Cerro Castillejo y las Cumbres de la Serrachuela. Limita con los términos de Jabugo y Castaño del Robledo, al norte; con Alájar, al sur; y con Almonaster la Real, al oeste; y engloba las aldeas de La Corte, La Presa y La Fuente del Oro.

Para abandonar el casco urbano, partiendo desde la Plaza de España, donde se encuentran la iglesia de Nuestra Señora de Santa Ana y el Ayuntamiento, debemos rodear la iglesia por la calle Huelva para girar a la izquierda por la calle Virgilio Fernández y después a la derecha por la calle Martín Vázquez hasta llegar al lugar conocido como La Era, donde encontraremos algunos carteles que nos ayudaran a interpretar los hornos de cal, reconocidos como bienes inmuebles de valor etnológico y declarados de interés patrimonial en el Catálogo General del Patrimonio Histórico de Andalucía.

Son escasos los metros que debemos recorrer por un camino cementado para encontrarnos con los primeros hornos. Pasado el horno de Manuel, tomamos el camino que asciende y gira unos 180 grados junto a un pinar. Coronamos la subida y tomamos el camino de la izquierda. El primer horno que nos encontramos mientras descendemos es el de Castillejo y, tras tomar el camino de la izquierda, surge el horno de Pepe. Tras girar a la derecha en el cruce con el Camino de la Presa, un sendero de tierra nos lleva hasta el horno de Cosme. Nos encontramos en el camino de Alájar, un bonito paraje diseñado entre alcornoques y paredes de piedra. El horno de Puerto Molino, situado en la finca del mismo nombre, es el siguiente en nuestra ruta.

Seguimos el descenso y al tomar el camino de la izquierda nos dirigimos hacia la inmediaciones de la rivera de Santa Ana o del Gallizo, un espacio natural de especial interés ornitológico que cruzaremos a través de varios puentes de madera habilitados. Cruzamos la carretera en dirección al camino de los Chorros de Joyarancón, un salto de agua de más de 15 metros de altura muy visitado en épocas de lluvias por su impresionante belleza y por la fuerza hipnótica de sus aguas.

Subimos una cuesta acompañados de un buen número de castaños y en su parte superior tomamos un sendero a la derecha, que se adentra en un helechal, para encontrarnos con el horno del Tío Eulogio. Después, el camino del Negrillo nos deja ver los hornos de Miguel de Paco, Negrillo I y Negrillo II. Un ascenso nos lleva hasta un cruce para tomar un camino que gira casi 180 grados a la izquierda y al coronar el valle hallamos el horno de Antonio el de Urbana. El descenso por el castañar desemboca en un sendero hormigonado que nos anuncia que ya estamos de vuelta en Santa Ana la Real y que ha llega el momento de regresar a nuestro hotel con spa en la Sierra de Aracena para descansar. Y es que este sendero circular, de dificultad media, tiene casi 10 kilómetros de longitud.

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