Iglesiaprioral

IGLESIA PRIORAL, TEMPLO MÁS ANTIGUO Y EMBLEMÁTICO DE ARACENA

Son muchos los atractivos que el visitante puede descubrir cuando visita la localidad de Aracena. El primero de ellos, el entorno. Ubicada en el norte de la provincia de Huelva, este pueblo serrano de casas encaladas en un blanco deslumbrante y de calles empedradas se halla rodeado por el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Un enclave de amplias dehesas pobladas de alcornoques, encinas y castaños y con una fauna desbordante donde se pueden avistar buitres negros, águilas reales, gatos monteses, meloncillos, zorros, ciervos, sapillos pintojos… y donde se alimenta el gran referente de la gastronomía de la zona, el cerdo ibérico. Allí encontraremos también excepcionales bosques en galería que acompañan los cursos de agua de la Rivera del Múrtigas, Rivera de Huelva, el arroyo del Sillo o la Rivera de Montemayor.

Muy importante es también su patrimonio histórico-cultural donde destacan los restos del Castillo, que domina la localidad desde lo alto del cerro y que fue construido en el siglo XIII sobre una antigua fortaleza musulmana, formando parte de la Banda Gallega que defendía el Reino de Sevilla de las incursiones de las tropas del rey de Portugal y de las Órdenes Militares asentadas en el sur de Extremadura. También merecen una visita el Museo del Jamón y el Museo de Arte Contemporáneo de Andalucía, este único al aire libre de la región, y la que es considerada una de las grandes joyas del mundo subterráneo en España, la conocida como Gruta de las Maravillas.

Junto al castillo puede verse, magnífica e imperturbable ante el paso del tiempo, la Iglesia Prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor, declarada Bien de Interés Cultural el 25 de julio de 1995. Se trata del templo religioso más antiguo y emblemático de Aracena y consta de tres naves de igual altura, cubiertas con bóvedas de crucería, coro y atrio. El presbiterio está  adosado a la torre que, con una decoración con paños de sebka que sigue el modelo de la Giralda de Sevilla aunque con mayor tosquedad y pobreza, forma parte de la nave del Evangelio.

Su construcción debió correr en paralelo a la del castillo, ya que los datos disponibles datan el presbiterio y los primeros tramos de naves a finales del siglo XIII. Las obras sufrieron un largo parón durante el siglo XIV y no sería hasta el siguiente siglo cuando se reanudasen unos trabajos que muestran una clara influencia de la catedral de Sevilla. Al gótico tardío pertenecen la tribuna del coro, la portada de los píes y la del lado norte.

En el interior del templo destacan el retablo mayor, de principios del siglo XIX y estilo neoclásico presidido por la imagen de la Virgen del Mayor Dolor, patrona de la localidad, y la reja neorrenacentista de hierro forjado que separa el presbiterio de las naves. A la izquierda del presbiterio hay una pequeña capilla en la que se encuentra el sepulcro del prior Pero Vázquez, presidido por una escultura yacente en barro vidriado hecha por Miguel Florentín en el siglo XVI. También pueden contemplarse diferentes retablos, imágenes y pinturas que recorren los siglos XVI al XX.

En el exterior destacan la Puerta Real, con su atrio, y la de las Mercedes, decoradas ambas con elementos propios del gótico flamígero. La entrada al templo, Sede Canónica de la Primitiva, Real y Pontificia, Ilustre y Venerable Hermandad y Cofradía del Nazareno de la Santa Vera Cruz, Santísimo Cristo de la Sangre y Nuestra Señora del Mayor Dolor, es gratuita y en los meses de verano está abierta de 10.00 a 18.30 horas (en invierno lo está de 10.30 a 17.30 horas).

Otro de los atractivos de esta localidad serrana es el Hotel Convento Aracena & Spa, un establecimiento moderno y funcional de cuatro estrellas que guarda todo el encanto del recinto que lo acoge, un antiguo convento dominico del siglo XVII. Cuenta con unas habitaciones amplias y muy acogedoras; zonas comunes de gran versatilidad; unos jardines y un claustro que invitan al paseo y a la reflexión; una piscina exterior para refrescarse en estos momentos de intenso calor; un spa ideado para ‘sanar’ cuerpo y mente; y una oferta gastronómica que aúna modernidad y tradición basada en los productos naturales de la zona, con el cerdo ibérico como gran referente.

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