Con el anuncio de que la primavera se acerca, llega el momento de ponernos nuestro calzado deportivo y lanzarnos a disfrutar de la naturaleza, que en estos momentos está esplendorosa de colores y olores con el despertar de un paisaje algo adormecido durante el invierno. El Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, con la posibilidad de alojarnos en un hotel de cuatro estrellas en Aracena, capital de esta comarca del norte de la provincia de Huelva, es un espacio ideal para ello. Conformado por amplias dehesas salpicadas de encinas, alcornoques y castaños y de bosques de ribera que acompañan los numerosos cursos de agua que recorren este espacio natural considerado, junto al resto de Sierra Morena, de la que forma parte, como Reserva de la Biosfera, es un entorno único para disfrutarlo en pareja, con amigos o con toda la familia.

Aunque estableceremos nuestro campamento base en un alojamiento con encanto en Aracena, la ruta senderista a la que nos vamos a enfrentar, circular, de unos 12 kilómetros, con un tiempo estimado de principio a fin de 4,5 horas y una dificultad media, parte de la vecina localidad de Almonaster la Real. En concreto, desde la iglesia de San Martín, sita en la Plaza San Cristóbal, un templo de estilo gótico-mudéjar que pudo comenzar a edificarse a principios del siglo XIV, aunque su construcción se extendería hasta el primer tercio del siglo XVI, cuando se levantan el coro, la torre y la Puerta del Perdón. Del siglo XV son la Puertas del Evangelio y de la Epístola.

Por la calle Perulero llegamos a la Plaza del Llano donde, a la izquierda, cogemos la calle Aparicio y, ahora a la derecha, la calle Recueros, a través de la que buscamos la salida de la población. Cruzamos sobre el cauce del Rivera de Almonaster por el puente medieval, por el que transcurre uno de los ramales de la antigua calzada romana Vía Julia, y llegamos a Las Tenerías, un edificio que a principios del siglo XIX estuvo dedicado al curtido de pieles. Tomamos entonces el camino que, mirando de frente a su portada neoclásica, parte del ángulo izquierdo, siendo un pequeño ascenso por un trazado serpenteante que, tras atravesar la carretera de La Escalada, pequeña aldea perteneciente a Almonaster, nos lleva a la Era Comunal. Tras recorrer una amplia explanada, no encontramos con el antiguo Camino de Sevilla, por donde continuaremos durante más de un kilómetro hasta llegar a la carretera HU-7102, que lleva a la aldea de Calabazares.

Un giro a la derecha y unos 100 metros de recorrido por el arcén de la carretera nos muestra a la derecha un camino de tierra que discurre en bajada. Llegamos así hasta Calabazares, donde, andando por la carretera y dejando a la izquierda la ermita de la Virgen de Fátima, nos encontramos con una bifurcación de calles. Continuamos de frente por un tramo hormigonado entre huertas hasta llegar al Barranco de los Cocederos, donde, tras tomar un sendero a la derecha, caminaremos en paralelo a la Rivera de la Escalada. En las proximidades de esta aldea, cuna junto a Calabazares del fandango aldeano, tomamos un camino de tierra apto también para el tránsito de vehículos.

Nos vamos alejando de la Rivera y llegamos a un cruce, junto al Cortijo de los Rabanes, donde, con un giro a la derecha, cambiamos por completo la dirección. Nos encontramos de nuevo, pasado el cortijo, con la Rivera, debiendo atravesarla. Cruzamos la aldea de La Escalada, pensando que ya nos queda menos para volver a la comodidad de nuestro alojamiento en la Sierra de Huelva, y llegamos a una carretera por la que deberemos caminar no más de 200 metros, atravesando luego un pinar que vemos a nuestra derecha y que nos lleva a encontrarnos con el Barranco del Maíllo, que debemos cruzar.

Caminamos paralelos a su cauce durante más de un kilómetro hasta encontrarnos con una portera hecha con malla metálica. La cruzamos y, en dirección noroeste, atravesaremos en un par de ocasiones el barranco hasta comenzar a subir por una senda que nos conduce hasta un camino para coches que nos lleva en ascenso hasta la Carretera de La Escalada. Tras cruzar una puerta metálica, el camino nos devuelve hasta la localidad de Almonaster donde, antes de regresar a nuestro hotel con spa en la Sierra de Aracena, podemos visitar su mezquita, emplazada en lo más alto del cerro que corona el castillo. Se trata del templo musulmán en un entorno rural mejor conservado de España y fue erigido durante el reinado de Abd al-Rahman III, aunque los restos reutilizados en su construcción nos indica que en es mismo lugar debió existir un edificio monumental de época romana que, mas tarde, sería transformado en iglesia visigodo-cristiana.