Hemos hablado en muchas ocasiones en este blog que no es necesaria excusa alguna para visitar un lugar con tanto encanto natural y patrimonial como Aracena, localidad enclavada en el corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Un enclave conformado por amplias dehesas a las que dan sombra alcornoques, encinas y castaños, a la vez que producen alimentos para el gran estandarte de estas tierras, el cerdo ibérico. Y por bosques de ribera que acompañan el discurrir de los numerosos cursos de agua que recorren la comarca. Tierras donde podemos alojarnos en un hotel en la Sierra de Aracena y donde viven, entre otros animales, el meloncillo, la gineta, la huidiza nutria, el buitre negro, el milano y la cigüeña negra.

Y en cuanto al patrimonio, en un casco urbano declarado Bien de Interés Cultural y a un corto y agradable paseo desde nuestro alojamiento en Aracena, contamos, en lo alto del cerro que domina la localidad, el castillo medieval, mandado construir por los monarcas de Castilla, junto a otras fortalezas que formaron la que se dio en denominar la Banda Gallega, para defender el Reino de Sevilla de los ataques de la tropas de la vecina Portugal y de las Ordenes Militares asentadas en el sur de Extremadura. Y, junto a él, la iglesia prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor, cuya construcción debió correr en paralelo a la del castillo. Declarada Monumento histórico-artístico, pertenece al Tesoro Artístico Nacional, su construcción se prolongó desde el siglo XII hasta el XV, siendo el templo religioso más antiguo y emblemático de Aracena.

Bajo ese cerro donde están el castillo y la iglesia prioral, y a cuyos pies se halla nuestro hotel de cuatro estrellas en la Sierra de Aracena, se esconde uno de los mayores tesoros naturales del lugar, la primera cueva turística de España, la Gruta de las Maravillas. Allí el agua ha modelado a su antojo la piedra a lo largo de miles de años, dando lugar a lugares con nombres tan sugerentes como la Sala de los Desnudos, la Cristalería de Dios, la Sala de los Brillantes o la Marmita de los Gigantes. Cuenta con un excepcional conjunto de galerías, salones, largos y cursos subterráneos y su historia, en la que llega a entremezclarse la Orden de los Templarios, se mueve entre la leyenda y la realidad. También merecen una visita el Museo de Arte Contemporáneo al Aire Libre, con más de 50 esculturas repartidas por diferentes calles y plazas, y el ‘sabroso’ Museo del Jamón.

Pero la razón última de nuestra visita a un alojamiento rural con spa en Aracena es el teatro. Y, más en concreto, el teatro clásico. Y es que en el Teatro Sierra de Aracena se representará, en formato puerta de atrás y a cargo de la compañía Jóvenes Clásicos, la obra ‘Inés de Ulloa’, una visión del ‘Don Juan Tenorio’ de Zorrilla desde el punto de vista de la joven protagonista de la obra, doña Inés, quien se nos muestra ansiosa por reivindicar su dignidad y contar su verdad. Será el sábado 6 de mayo, a partir de las 21:00 horas, cuando se reescriba el mito de don Juan en una historia intensa en la que Inés se ha ganado el derecho de ponerse delante del público para contar la historia con sus propias palabras.

Con la única presencia sobre el escenario de la actriz Lorena Roncero, la obra nos cuenta como en un remoto y ancestral convento vive una monja que dice ser Doña Inés de Ulloa. Escondida en su celda donde el espacio y el tiempo parecen confundirse. En plena noche llega hasta allí un viajero para saber si realmente Don Juan fue real o una mera invención. Ella vive fuera de la realidad, pero dice conocer todos los secretos del Tenorio. En sus últimos instantes de vida deberá a enfrentarse de nuevo a la sombra de Don Juan.

Jóvenes Clásicos es una compañía malagueña que inicia su andadura en 2017 de la mano de José Carlos Cuevas. Se dedica exclusivamente a hacer teatro contemporáneo a partir de textos clásicos, centrándose especialmente en los recursos que ofrece el teatro del Siglo de Oro español. El objetivo fundamental es el de dialogar con los clásicos, esto es, hacer una labor de traducción a la sociedad actual y acercar estos textos al público de nuestros días. Terminada la obra es tiempo de regresar a nuestro cómodo alojamiento en la Sierra de Huelva.