Desde que éramos pequeñitos hemos escuchado de boca de nuestros mayores que las bellas princesas y sus príncipes azules vivían en hermosos castillos rodeados de bellos jardines. Y hemos leído aventuras de intrépidos guerreros que defendían con brazo firme las murallas y almenas de fortalezas situadas en lo alto de un cerro para hacerlas mas inexpugnables. Así nuestra imaginación ha hecho que los castillos se conviertan en muchos casos en lugares míticos donde sentimos revivir el pasado. La Sierra de Huelva, donde contamos con alojamientos de calidad en Aracena, es un enclave donde aún se conservan los restos de algunos de ellos. Preparémonos para un viaje a la Edad Media a través de cinco castillos de cuento en pleno corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche.

Es este un enclave natural de extraordinaria belleza conformado por amplias dehesas salpicadas de encinas, alcornoques y castaños, donde pastan buscando las ricas bellotas y las castañas los cerdos ibéricos que dan nombre a la DOP Jabugo, y por amplios bosques de ribera que acompañan el discurrir de los numerosos cursos de agua que recorren la comarca, donde además encontraremos hoteles para toda la familia en Aracena. Y en medio de tanta riqueza de flora y fauna, un buen número de pueblos serranos con casitas con paredes pintadas de blanco y calles empedradas y un más que interesante patrimonio histórico-cultural, con lugares como la mezquita de Almonaster la Real; la Fuente de los Doce Caños de Fuenteheridos, nacimiento del río Múrtigas; el casco urbano de Zufre; la Peña de Arias Montano en Alájar; el enclave arqueológico de Arucci Turóbriga en Aroche…

Comenzaremos nuestro recorrido por el castillo a cuyos pies se halla nuestro alojamiento en Aracena. Una fortaleza que, como otras, formó parte de la Banda Gallega, una línea de defensa levantada por los monarcas de Castilla para proteger el Reino de Sevilla de los ataques de las tropas de Portugal y de las Órdenes Militares asentadas en el sur de Extremadura. Terminadas hace pocos las obras de restauración, el castillo de Aracena ahora puede contemplarse casi como si regresáramos al siglo XIII, fecha de su construcción.

Erigido sobre una superficie elevada en el espacio una antigua edificación fortificada musulmana, el castillo controlaba parte de la vía romana que comunicaba la zona de Riotinto con Augusta Emérita (hoy, Mérida, capital de Extremadura). La actual Aracena, localidad donde podemos alojarnos en un hotel en la Sierra de Huelva, fue creciendo desde intramuros hacia el valle, primero como tierra realenga dependiente de Sevilla y después como señorío del Conde Duque de Olivares y, más tarde, del Conde de Altamira. En la fortaleza podemos apreciar arquitectura militar, doméstica y religiosa, esta última grandiosamente representada por la iglesia prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor, cuyos cimientos levantaron los frailes de la Orden Hospitalaria.

Nos dirigimos ahora a Santa Olalla del Cala, a no mucha distancia en coche de nuestro hotel de cuatro estrellas en Aracena. Su castillo fue mandado construir en 1293 por el rey Sancho IV, conocido como el Bravo, en pleno periodo de revueltas sobre la denominada ‘cuestión del Algarve’. Ubicado sobre un cerro que controlaba la Vía de la Plata, se trata de una fortificación de planta rectangular irregular, con diez lienzos de muralla y diez torres, cuatro de ellas semicirculares y seis de planta poligonal, disponiendo tres de estas últimas de cubierta abovedada. Responde a las característica de un recinto medieval cristiano gótico con influencias mudéjares. Durante el siglo XIX y principios del XX, se convierte en cementerio municipal, dejando de serlo en 1917.

La siguiente parada la hacemos, en este recorrido que hemos iniciado desde nuestro alojamiento con spa en la Sierra de Aracena, en el pueblo de Cumbres Mayores, conocido como Castillo de Sancho IV, quien, como el anterior, mandó levantarlo en 1293. Es de planta poligonal irregular de 9 lados y cuenta con ocho torres macizas situadas en los quiebros de los lienzos de la muralla y en centro del lado mayor, siendo, de manera alternativa, cuadradas y semicirculares, rompiéndose este patrón en el lado oeste, donde existen dos semicirculares consecutivas. Se accede a él por la torre de San Miguel, nombre que recibe por un bajorrelieve inserto en ella.

Nos queda aún por visitar, antes de regresar a nuestro hotel en la Sierra de Aracena, el castillo de Aroche. Se trata de una construcción almohade construido a finales del siglo XI y principios del siglo XII, coronando el cerro de la localidad. Siguiendo el modelo de fortalezas islámicas de la zona, posee planta rectangular, con diez torres, de planta cuadrada o rectangular, cuatro de ellas en los ángulos y seis más entre los lienzos de la muralla, contando algunas de ellas con dependencias interiores. En el flanco sur se conserva una puerta de acceso directo que podría corresponder con la primera fase de construcción del castillo, conocida como Puerta de la Reina. En el interior cuenta con una plaza de toros que se construyó en 1802.

Y nos despedimos, iniciando ya el camino de retorno hacia nuestro alojamiento rural en Aracena, visitando el castillo de Cortegana, uno de los que presenta mejor estado de conservación. Consta de dos sectores, una primera muralla defensiva o barbacana y el castillo propiamente dicho, formado por el patio de armas y el alcázar, flanqueado por seis torres. En su interior pueden verse, entre otros elementos, un aljibe, que se conserva intacto y que servía para el suministro de agua; la que fuera habitación del alcaide; el almacén y la mazmorra. La localidad de Almonaster la Real también cuenta con castillo, un recinto amurallado de planta irregular, cuyos muros se hayan bastante deteriorados y en cuyo interior aún puede contemplarse la antigua mezquita, reconvertida después en ermita.